En algún momento a lo largo de nuestra vida, todos nos sentimos tristes o miserables, pero normalmente estos sentimientos son pasajeros y desaparecen con el paso de los días. Sin dejar mayor huella en nuestro camino que la de un momento o etapa complicada tras su marcha, pueden tener una razón de ser o aparecer sin un motivo que justifique su presencia aparentemente.
Pero a veces el dolor, la pena y sus semejantes no desaparecen. En ocasiones, las áreas de la vida de una persona se ven tan afectadas que rompen lo que ésta estaba siendo o aspiraba a ser con el transcurrir del tiempo. Todo el mundo puede sentirse triste a veces, pero se dice que alguien sufre depresión cuando estos sentimientos no desaparecen rápidamente o empeoran tanto que interfieren con su rutina diaria y se convierten en un malestar permanente.
La Organización Mundial de la Salud define la depresión como un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Datos de la Sociedad Española de Psiquiatría revelaron hace unos meses que alrededor del 10 y el 15% de la población tendrá alguna vez un cuadro depresivo a lo largo de toda su vida.
Señales de una posible depresión
Existen cinco clases distintas de síntomas: afectivos, motivacionales, cognitivos, conductuales y fisiológicos.
1. Síntomas afectivos. Este primer bloque se puede manifestar a través de sentimientos de culpabilidad, tristeza, vergüenza, cólera y/o ansiedad.
2. Síntomas motivacionales. En este apartado se ubican la pérdida de motivación, la dependencia de otras personas y la tendencia a la evitación de los problemas.
3. Síntomas cognitivos. Son múltiples y suelen ser muy llamativos. Entre ellos, se encuentran la indecisión, la percepción catastrófica de los problemas, una autocrítica excesiva y un pensamiento absolutista.
4. Síntomas conductuales. Evitación de los problemas, pasividad ante todo lo que ocurre y una deficiencia notable en las relaciones sociales. El individuo suele pensar que no le entienden, que es débil y que, por lo tanto, no debe mostrar su debilidad por vergüenza. Al final siente que tiene que esconderse y tiende a evitar a la gente, los problemas, y el mundo. Se autoexcluye.
5. Síntomas fisiológicos. Suelen ser alteraciones extremas del sueño: o la persona no duerme nada o duerme absolutamente todas las horas del día con el fin de evitar estar despierta. También pueden ser alteraciones del apetito: al individuo le da por no comer o por comérselo todo a causa de la ansiedad, bajando o subiendo drásticamente de peso. O puede haber alteraciones sexuales: o no quiere nada de sexo o lo único que quiere es paliar el problema que tiene tratando de encontrar satisfacción a través de esta vía.
También existen algunos síntomas físicos asociados a la depresión:
• Sensación de tensión interna
• Reducción del apetito y pérdida de peso
• Pérdida de interés sexual
• Cefaleas/Jaquecas
• Mareos
• Dolor de espalda
• Problemas para respirar
• Problemas de corazón
• Problemas gastrointestinales
• Dolor abdominal
En ocasiones, las personas que tienen depresión suelen reconocer primero algunos de estos síntomas físicos. Por lo que, si es tu caso, y detectas esos síntomas a tiempo, acude a un especialista, como yo, para tratar esta enfermedad a tiempo.