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Terapia del Exito

¿Quién no ha sentido alguna vez que las esperanzas se agotan? Cuando nuestros objetivos no se cumplen, cuando sentimos que no estamos donde queremos estar, que el camino que deseamos está lejos, nos preguntamos: ¿Cómo podemos recuperar la esperanza? Y, lo que es más importante, ¿Qué podemos hacer para conseguir lo que queremos? No es tarea fácil. Por eso, muchísimas personas caen cada vez más en estados depresivos, de desánimo continuo, y terminan estancándose.

Cuando todo parece llegar a su fin y el panorama es muy oscuro; cuando la vida parece haber perdido su significado; cuando nos sentimos acorralados por fuerzas superiores a las nuestras, surge como recurso final la esperanza para encontrar un nuevo rumbo, para levantar la frente y continuar, renovando los esfuerzos para cumplir con la misión asignada por la vida.

La esperanza es un detonante. Cuando la tenemos, se desencadena en nosotros un deseo de luchar, un ánimo especial para afrontar las actividades cotidianas, incluso las más difíciles. Ella nos da el fuerte deseo de seguir adelante cuando nuestras fuerzas nos abandonan y la voluntad necesaria para no renunciar a nuestros sueños, incluso cuando el camino parece una cuesta casi imposible de remontar. Le da sentido a la vida.

La esperanza conlleva tener confianza en el presente y una expectativa firme en el futuro. Tiene una relación cercana con la fe. Consiste en un deseo y en la firme creencia de que este se hará realidad. Cuando tenemos fe, nos apodera la convicción de que nuestro deseo ya ha sido concedido. Creer es la base de la esperanza. Convicción y certeza son el sustento de la fe.

Aceptar la situación, en lugar de hundirnos en pensamientos negativos; centrar nuestra atención en las soluciones y en los pasos que debemos dar para encaminarnos hacia donde queremos estar. Reflexionar sobre si lo que estamos haciendo es suficiente o si tenemos que cambiar de estrategia. ¿Qué obtendrás con esto? Esperanza; esta solo aparece cuando pensamos que conseguiremos lo que queremos. Por tanto, si estás centrado en encontrar soluciones y en ponerte en marcha con nuevas acciones, estarás en la dirección que te llevará a tu objetivo. Recuerda que cuando hay frustración o problemas, tendemos a ver las cosas más negativas de lo que son.

Las 4 Leyes de la Prosperidad Descúbrelas conmigo

El Universo es generoso, por eso debes abrirte a recibir sus bendiciones y tener las manos abiertas y tu energía en positivo para recibir todo lo que quiere darte. Si quieres riqueza y abundancia, lo primero es conectarte con una conciencia de dinero próspera; comienza desechando los pensamientos de malicia y envidia que te hacen desear lo que otros poseen, o autocompadecerte y sufrir por lo que deseas y no tienes.

Sé profesional. Sé tú, sé tu marca. Hay millones de sitios web, pero tu historia es lo que te diferencia del resto. Si vuelves a leer las palabras y no escuchas tu propia voz, tienes mucho trabajo por hacer.

Lo segundo es llenar tus pensamientos con ideas de felicidad, humildad y determinación; aparta de tu trabajo toda flojera, pereza y queja. ¡Vamos! Realiza tus labores con entusiasmo. Es esencial que ames lo que haces y que tengas toda la disposición de ser próspero.

Como tu Maestro de Luz, quiero guiarte en tu camino hacia la prosperidad y enseñarte las 4 Leyes de Prosperidad, que todo ser afortunado maneja a la perfección y que son universales, permitiéndote activar dentro de ti una nueva conciencia de éxito y riqueza.

Ley del Ganar

Reconoce que todos tenemos derecho a ganar; quienes te rodean tienen los mismos derechos que tú, por eso, debes tratarlos a ellos y a sus pertenencias con respeto. Aprovecha las oportunidades que la vida te da y agradécelas. Si has cometido algún abuso, robo o manipulación de dinero, pide perdón; si eres tú el agraviado, perdona. Comienza desde cero, en limpio, y borra cicatrices. El dinero es un gran maestro. Pensando en positivo, grandes cosas llegarán a tu vida. Estás lleno de felicidad, armonía y agradecimiento, lo que atraerá más riqueza a tu vida. La prosperidad está dentro de tu alma y, desde allí, va a manifestarse con toda esa maravillosa fuerza.

Ley del Gastar

Controla tus deseos y evita los excesos. Es muy común que las personas gasten más de lo que ganan; esta ley te enseña a evitarlo. Tienes que ser muy paciente, mesurado y cauteloso con lo que quieres comprar. Cuando estás conectado con tu misión de vida, el dinero te llega en abundancia, y es posible que no sepas cómo actuar ante tantas cosas que recibes por primera vez. La Ley del Gastar te enseña que tus inversiones y compras tienen que nutrirte y llenarte. Así como ganas, gastas de manera consecuente. No se trata de vivir con limitaciones, sino de evitar exageraciones en tus gastos, manteniendo un equilibrio entre lo que ganas y lo que gastas.

Ley del Ahorrar

El hábito del ahorro sirve para cultivar nuestra energía y consciencia de prosperidad. Es la ley más difícil de poner en práctica. Algunos viven derrochando y luego no pueden soportar las angustias; otros ahorran tanto pensando que algo malo puede pasar que, al final, ese mal llega a sus vidas por la ley de la atracción. La consciencia del ahorro debe desarrollarse para el disfrute. Así como te preparas para recibir todo lo bueno de la vida, ahorrar te prepara para sorprenderte con algo extra que tu alma anhela y que puedes darte tranquilamente.

Ley del Invertir

El dinero debe estar en movimiento para que tu fortuna crezca y fluya con libertad. Al ahorrar, logras el capital necesario para invertir en negocios, que a su vez llaman a más y más capital. Al circular tu dinero, circula tu abundancia. Mientras inviertes.

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